El país australiano se perfila cada vez más como un destino atractivo para aprender inglés y trabajar. La prosperidad y el paro al 4-5%, que es como si no hubiera desempleo, unido al uso del inglés y sobre todo las facilidades dadas por el gobierno australiano por ser ciudadanos europeos son alicientes fundamentales para elegir movernos a las antípodas españolas. El número de jóvenes españoles que buscan oportunidades en este estado se ha disparado un 300% en los últimos años.

Gran parte de las facilidades comenzaron en el año 2014 cuando el gobierno aussie anunció que expedía un nuevo tipo de visado llamado Work and Holiday (“estudiar y trabajar”). Con esta nueva visa se permitía a los jóvenes con edades comprendidas entre los 18 y los 30 años trabajar a jornada completa y estudiar hasta cuatro meses. Eso si, es imprescindible pagar el curso por adelantado y demostrar formación superior.

Los trabajos a los que podemos optar en Australia no son muy especializados como no suelen ser los trabajos que se ofrece a los inmigrantes. La ventaja radica en la relativa facilidad para encontrar uno y en los salarios, que pueden doblar o tripliclar sin pestañear a los que hay en España realizando trabajos equivalentes. Un trabajo de camarero esta pagado con unos 1.200 euros.

Otro tipo de visado del que podemos beneficiarnos es el Student Visa. Este es más sencillo y menos ambicioso que el Work and Holiday. El “visado para estudiantes” nos permite estudiar en el país durante 5 años y tener un empleo de 20 horas semanales. Es decir esta más enfocado a los estudiantes. Como en el caso del otro visado es imprescindible haberse matriculado y abonado el curso antes de poder coger el avión.


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