Y si les dijéramos que un día en el campamento puede tener cultura, inglés y diversión a la vez, ¿nos creerían?

Pues si enumeramos cada una de las actividades que tenemos programadas para uno de los días en el camp, contestarán que sí es posible.

Por la mañana nuestro campamento de inglés se traslada a Valencia de Don Juan, un precioso pueblo que se encuentra en un cerro junto al río Esla y que es conocido por su famoso Castillo de estilo Gótico Militar. Al llegar allí nos recibe una guía que nos enseña por dentro la gran fortaleza a la vez que nos informa de su historia. Nos cuenta que en el año 2008 se inauguró el Museo del Castillo de Valencia de Don Juan, dentro de un edificio de hierro, madera y cristal instalado en el interior de la torre del homenaje, pero que todo el castillo a su vez está asentado en un antiguo castro de la época del Bronce y romana. Más info en: GMR visita Valencia de Don Juan

Cuando finalizamos la visita, en una impresionante terraza desde donde se divisa el río, nos dirigimos a al Museo de la Indumentaria donde los campers escuchan las curiosidades de los atuendos utilizados antiguamente. Palabras nuevas como: Faltriqueras,  mantillas de cabeza, mandiles, manteos, jubones, enaguas, bolsos calcetín, amuletos, reliquias, gorritos de bautizo de colores… son difíciles de traducir al inglés e incluso para algunos de los niños eran desconocidas.

Después de este repaso de cómo iban vestidos nuestros antepasados, bajamos cerca de la ribera pero no a bañarnos en el río, sino a mojarnos en la impresionante zona de baño de la que dispone Valencia de Don Juan y  que ofrece varias piscinas con diferentes atracciones, desde olas, toboganes en espiral, toboganes de dos niveles, piscina olímpica, zona de juegos… en definitiva un sitio para no aburrirse si te gusta el agua.

Tras el reposo de la comida damos el pistoletazo de salida para que cada uno vaya a la zona que más le guste. Nuestros profesores nativos  y monitores se distribuyen por cada una de ellas y siempre hay alguien en nuestro punto de encuentro y descanso donde los campers dejan sus pertenecias. 

Cuando volvemos al campamento, los niños se duchan, se cambian y se relajan hablando por teléfono con sus familiares. Tras una buena cena se disponen a disfrutar de una velada en común donde se oyen las últimas risas de este fantástico día.


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