Giorgio Napolitano, el presidente de la República italiana, emplazó hoy a la ciudadanía y a la clase política a evitar "la contraposición entre católicos y laicos", derivada de la división que ha generado la propuesta de ley presentada por el Gobierno de Romano Prodi y con la que se pretende reconocer los derechos de las parejas que conviven juntas, entre ellas, las homosexuales.

Ante el crecimiento de las nuevas formas de familia,el gobierno italiano pretende dar soluciones. Estas sin ser tan bruscas y radicales que dividan el país ante ideas tan antagónicas, como las laicas y las católicas.Todas las formaciones políticas, están de acuerdo en apoyar la familia

Aunque el debate sobre estas cuestiones corre a cargo del Parlamento, también es necesario tener en cuenta las preocupaciones y anhelos de la Iglesia y las organizaciones católicas,así como de cualquier otro estrato de la sociedad civil.

Todos estos problemas se estudiarán en la Conferencia Nacional sobre la Familia que se desarrollará en Florencia hasta el sábado y cuya organización, a cargo de la ministra de Familia, Rosi Bindi, ha vuelto a abrir la brecha de la división en la coalición de centro-izquierda que gobierna el país.

Las facciones más izquierdistas del Gobierno de Prodi han mostrado ampliamente su rechazo a la organización de este evento, en el que ven cierta sintonía con las motivaciones de la manifestación a favor de la familia y con la posición de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) en relación con la normativa de parejas de hecho que promueve el Ejecutivo.


DEJA TU COMENTARIO