Ante todo, según recomiendan los expertos, la principal manera de aprender un idioma es adentrarse en un programa realista planificado de antemano para poder interiorizar todo lo que nos rodea.

Dominar un idioma es imprescindible a día de hoy, ya que los beneficios son muchos, tanto a nivel laboral como social. El porcentaje de empresas que solicitan un segundo idioma crece cada día por el creciente nivel de internacionalización que necesita nuestro país.

Mientras que el inglés se erige como el idioma de los negocios, el ocio, la televisión e internet, los españoles necesitamos cada vez más de este idioma conforme la tecnología se va apropiando de nuestra cotidianidad.

Por esta razón, y no otra, Inglaterra y EEUU disponen de las mejores universidades (para una minoría desafortunadamente) y tramitan la mayor parte de demandas internacionales.

La infancia: crucial para el día del mañana

Según profesionales en el sector de los idiomas en el extranjero es hasta los 16 la edad ideal para adquirir un acento nativo y construir el vocabulario base para ir desarrollándolo posteriormente. Por esa razón hay un cierto sector de expertos que aconseja a los padres la matriculación de sus hijos en internados, a pesar de lo duro que pueda parecer es una inversión de futuro. Otra forma son los campamentos, en intervalos de tiempo determinado.

Verano a verano

Hay quien piensa, ¿merece la pena enviar a mi hijo al extranjero para solo un mes? El propósito no es un aprendizaje inmediato, sino ir preparándolo poco a poco para el viaje definitivo. Quien nunca se fue piensa que es un mundo, quien traspasó las fronteras solo y pasó el miedo al comienzo viendo que es algo normal, adquiere una base para decidir trabajar o estudiar en una edad adulta si las cosas se tuercen en tu país.


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