En Irlanda existen alrededor de 1500 farmacias comunitarias, y muy probablemente siempre tendremos una cerca de nuestra casa. La mayoría de los centros comerciales tienen una o más farmacias en su interior, pero también las hay en abundancia en locales independientes en cada barrio de cada ciudad.

Cuando viajamos a Irlanda siempre es interesante ponernos al día inmediatamente en lo que concierne a la salud, es decir saber dónde tenemos un hospital cercano, algún médico de cabecera, dentista, e inspeccionar un poco nuestra zona para localizar las farmacias más cercanas. Es demasiado común el no prestar atención a este tipo de cosas, hasta que las necesitamos, así somos !!

En general el dispensado de medicamentos en Irlanda está más controlado, y para la gran mayoría de ellos es necesario acudir previamente al médico, y obtener la receta correspondiente. Para comprar medicamentos tan básicos como el paracetamol o el Ibuprofeno no se necesita receta, sin embargo para obtener cualquier antibiótico ya si requiere de visita al médico.

La señal de las farmacias es similar a la de casi todos los países, normalmente una cruz verde iluminada, y al igual que en España también está regulada la apertura de las farmacias en periodos de guardia. En todas ellas se pueden ver carteles con las farmacias correspondientes en cada turno de guardia.

Todas las farmacias tienen por obligación tener un farmacéutico titulado, que aquí también se les llama "químicos", Chemists (aunque la realidad es que no son químicos).

En Irlanda el papel de los farmacéuticos cada vez hay ido tomando mayor importancia, y hoy en día ya tienen capacidad para administrar medicamentos como la píldora del día después, o la vacuna de la gripe sin prescripción médica. Es curioso que en Irlanda cuando vas al médico y te recetan medicamentos, normalmente los médicos te recetan la cantidad exacta para los días y las tomas que te hayan prescrito, y el farmacéutico te va a entregar exactamente el número de pastillas o tomas que te hayan recetado en una bolsita pequeña de papel, ni más, ni menos.

Los medicamentos suelen ser bastante caros en Irlanda comparado con países como España, por lo que una de las cosas que recomendamos traer en la maleta son los antibióticos y lo básico que uno está acostumbrado a automedicarse y conoce bien, como el paracetamol, aspirinas, ibuprofeno, etc. Cuidado con jarabes de tos por ejemplo en botes de más de 200 ml, porque en el aeropuerto nos los van a quitar y tirar por ser líquidos, ya sabéis que desde hace muchos años no se pueden pasar líquidos envasados a partir de cierto volumen en los viajes en avión. Si llevas medicinas a Irlanda en cantidades considerables, transpórtalas en sus envases originales, claramente etiquetadas, y junto a las recetas o una carta de tu médico para evitar problemas.

También hay que tener en cuenta que en Irlanda no existen farmacias abiertas las 24 horas, como muchas que podemos ver en ciudades grandes como Madrid. Su horario de cierre es como el del resto de comercios, a las 6:00 de la tarde.

Algunas de las cadenas de farmacias mas grandes en Irlanda son Boost, Haven, Lloyds y Hickeys.

Recuerda traer la tarjeta sanitaria europea, ya que con ella podras acceder al sistema sanitario irlandés para obtener tu receta. También es interesante contratar un seguro de viaje que cubra gastos médicos y farmacéuticos.

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