El hockey subacuático es considerado uno de los deportes acuáticos más complejos realizados bajo el agua ya que hay que entrar y salir del agua todo el tiempo, aguantar la respiración y luchar contra el movimiento de las aguas producido por los demás jugadores.

El hockey subacuático fue creado por Alan Blake en Portsmouth, Reino Unido en 1954. Fue desarrollado como una actividad para mantener a los buceadores en forma durante el invierno conocida también con el nombre de “Octopush”.

El primer campeonato de Hockey subacuático del mundo se celebró en Canadá en el año 1980. A partir de esta fecha los campeonatos se celebran cada dos años. El 18 Campeonato CMAS Mundial, el último celebrado tuvo lugar en Eger, Hungría en agosto de 2013. El siguiente está previsto entre el 23 de marzo y el 2 de abril de 2016 en Stellenbosch, República de Sudáfrica.

Para ganar un campeonato, es imprescindible que los jugadores sean nadadores fuertes, tengan una capacidad muy grande para mantener y recuperar el aliento y que sean capaces de moverse a gran velocidad bajo el agua, además de las indudables habilidades de control del disco y la capacidad de trabajar bien en equipo con los demás miembros.

El gran problema al que se enfrentan las delegaciones de los países participantes es la escasa e incluso mínima financiación para poder competir. Normalmente no tienen sponsor fijo y pocas son las marcas que apoyan a los equipos por eso han optado por crear portales en internet en los que se presentan y piden ayuda con respecto a la financiación para poder recaudar fondos y viajar.

El juego consta de 6 jugadores por equipo ampliando hasta un máximo de 10 para poder ser sustituidos continuamente.

Se coloca el disco en el centro de la piscina y los jugadores en la pared de la portería que están defendiendo fuera del agua. En el momento en el que se da la señal acústica de inicio de juego los miembros de cada equipo tienen la libertad de nadar por cualquier  parte dentro del área del juego.

La parte más complicada de los jugadores no es, aunque lo parezca, meter el disco entre las pequeñas redes de su portería, lo verdaderamente difícil es contener la respiración y sumergirse  hasta el fondo de la piscina una y otra vez. Esto continúa hasta que se marca un gol, en ese caso, los jugadores vuelven a su pared en la que deben volver a colocarse hasta la nueva señal del árbitro. El juego consta de dos mitades de entre 10 a 20 minutos cada una y un intervalo en el medio de unos 3 minutos en el que cada equipo cambia de campo o extremo.

El arbitraje del juego es realizado por dos o tres árbitros que se dibiden fuera y dentro de la piscina

El equipo de cada uno de los jugadores consiste  en una máscara de buceo, snorkel y aletas, un palo o stick para poder mover el disco y el traje de baño. También es recomendable usar un guante en la mano que se utiliza para jugar ya que protege de la abrasión que se produce con el roce del fondo.

 


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