La muerte del actor Alan Rickman, el pasado jueves 14 de enero, conmocionó a millones de adolescentes, jovenes y mayores que siguieron al veterano interprete británico durante las ocho películas de la saga 'Harry Potter' basadas en los siete tomos de la afamada autora J.K Rowling. El personaje que este interpretaba, Snape, fallece en un episodio muy triste y emotivo que resulta clave en la historia, por lo que la muerte de Rickman a los 69 años a causa de un cáncer, ha incrementado la sensación trágica del personaje-actor y entristecido a medio mundo.

Si uno solo puede considerarse famoso de verdad una vez que ha aparecido en los Simpson, Snape-Rickman puede reconocerse como una celebridad. La historia de Severus Snape es una de las más impactantes y emocionantes de la saga 'Harry Potter'. A lo largo de la historia, pasa de ser un personaje deleznable y odioso a ser una de esas escasas personas honradas a las que no les importa que los demás piensen mal de ellos mientras ellos sepan que están haciendo lo correcto. Uno de esos heroes anónimos que no necesita laureles. Con ese historial es dificil no ser amado por lectores y espectadores.

Alan Rickman, el actor que lo ha interpretado de forma brillante en ocho largometrajes, era también una persona bastante excepcional. Formado como actor clásico de teatro británico, es decir como intereprete puro, en el cine casi siempre hizo del malo. Antes de reconocerle como profesor de pociones en Hogwarts, le vemos haciendo de villano en Jungla de Cristal y Robin de los Bosques. También podemos recordarle en Love Actually, donde encarna a un director corporativo que tiene un lio con su secretaría.

La pérdida de este gigante de la interpretación ha tenido repercusión en todo el mundo. Desde su fallecimiento, desenlace trágico de una larga lucha contra el cancer, las muestras de cariño y homenaje al actor no tardaban en aparecer de manera espontánea. Es el caso del improvisado altar erigido en su honor, en el sitio donde tiene lugar de una de las escenas más icónicas de la saga. Entre el andén 9 y 10 de la bulliciosa estación londinense de King's Cross, se encontraba la puerta mágica a través de la cual se accedía al andén donde los aprendices de mago tomaban el tren que les llevaría al colegio de magia y hechicería

Bufandas blanquiverdes, color adscrito a la Casa de Slytherin de la cual Severus Snape era jefe, junto a flores, velas y cartas de los fans se han sumado a las muestras de afecto provenientes de todos los lugares. Uno de los homenajes más llamativos y emotivos al actor británico ha sido el protagonizado por su compañera de profesión Emma Thompson, con la que coincidió en varios rodajes que dieron pie a una sólida amistad entre ambos.

Transcribimos aquí la carta con destinatario póstumo escrita por Emma Thompson (que no Emma Watson, Hermione en la saga) que sin duda no nos dejará indiferentes:

"Alan era mi amigo, por lo que esto es duro de escribir ya que acabo de darle un beso de adiós. Lo que mejor recuerdo en este instante de despedida dolorosa es su humor, inteligencia, sabiduría y amabilidad. Su capacidad de tumbarte con una mirada o levantarte con una sola palabra. La intransigencia que lo convirtió en el gran artista que era, su ingenio inefable y cínico, la claridad con la que vio la mayoría de las cosas, incluyéndome a mí, y el hecho de que nunca dudó en hacérmelo saber. Aprendí mucho de él.

Él era el más excelente de todos los actores y directores. No podía esperar a ver qué iba a hacer. Me considero toda un privilegiada por haber trabajado a su lado tantas veces, incluso por haber sido dirigida por él.

Él era un gran aliado. En la vida, el arte y la política. Confiaba en él absolutamente. Él era, por encima de todas las cosas, un ser humano extraordinario y único, y no volveremos a ver a nadie como él".

La relación de la ciudad de Londres con la saga de Harry Potter es estrecha. Leer o ver los libros o películas del jóven aprendiz de hechicería puede ser una buena forma de aprender inglés complementándolo con nuestros cursos en Londres u otros destinos británicos.


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