Nuestros campamentos deben ser un lugar de esparcimiento y diversión, pero la convivencia con otras personas hace que debamos tener unas pautas de comportamiento a seguir que serán por otro lado, un ejemplo de conducta para los campers que resultará además beneficiosa para su aprendizaje y educación.

Al igual que enseñamos un protocolo de evacuación de nuestras instalaciones en el que la organización es fundamental y el conocimiento de este primordial, para el resto de tareas o funciones que se desarrollan en el campamento debe suceder lo mismo. Una disciplina en las comidas, un orden en las estancias o un saber estar en las actividades son algunas de las normas que deben saber los niños y que ayudará a que haya un ambiente de armonía y no de caos.

Toda norma lleva implícita unas limitaciones y en nuestro campamento las exponemos haciendo saber a los niños que cada acción tiene su consecuencia. Enseñamos inglés pero también educamos en valores de coexistencia con otras personas en la que el respeto y la tolerancia deben primar. Estos criterios planteados generalmente coinciden con los que están impuestos mayoritariamente en cada hogar; otros en cambio, al ser un grupo grande, pueden variar o incluso ser nuevos.


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